I´ve Got You Under my skin

I´ve Got You Under my skin
Kaleb y Erick (hermanos Navarro Cezanelli)

miércoles, 29 de junio de 2011

I've got you under my skin

Capítulo 6




Era hora de la salida y ni siquiera le importó que su pareja le estuviera esperando. Necesitaba ver a Erick, saber que le había pasado ya que en el instituto nadie sabía nada al respecto. Le pidió al chofer que lo acercara hasta el hospital de Tokio y cuando llegó allí se encontró con su padre. Era lo peor para Yamil, aún no sabía comportarse ante él después de lo que había pasado en la madrugada.






-"¿Qué hace mi otosan aquí? Y lo peor, con ese traje y esas rosas en su mano lo hacen tan..."-detuvo sus pensamientos cuando sintió sus mejillas arder. Para su suerte Sebastian no lo había visto así que se escondió y tomo otro camino para ver a Erick.






-Es hora de irme Erick-Anahí le avisaba que ya había terminado su turno.


-...-Erick asintió y Anahí estaba por salir de la habitación cuando un chico rubio y de ojos azules que venía corriendo se tropezó con ella.


-Perdón no sabía por donde iba-hizo una reverencia en forma de disculpa.


-Está bien, no te preocupes-la doctora siguió su camino-. "¡Qué chico más curioso!"-se fue sonriendo.


-¡Teme! ¿Qué fue lo que te pasó?-entró gritando a la habitación-me dijeron que quisiste suicidarte ¿es cierto? Sabía que eras un emo.


-Si serás dobe-suspiró-. Sólo me bajó la presión y me desmayé...eso es todo-lo último lo dijo en voz baja-. "A pesar de que eres mi amigo no puedo contarte esto...es humillante y además...sería peligroso si lo divulgas".


-Fiuuu ¡qué alivio! ¿Y cómo estás? ¿Te duele algo?-miraba a Erick por todos lados pero éste no se dejaba ver-. Pero ¡teme...muéstrame!


-¡Ya déjame!-le empujó-. Te dije que no tengo nada-hizo una mueca de fastidio-. ¿Sólo viniste a esto?


-¡Huy qué mala onda!-se arregló su uniforme de instituto que había quedado arrugado por el empujón-. Sólo quería saber como estabas-se sintió apenado.


-Bueno, estoy bien no...No hace falta que te preocupes-miraba hacia un costado-. Por cierto ¿cómo te fue ayer con el bufón?


-¡Se llama Nehüen! Y...-sé quedó pensativo-. "¿Cuento lo que pasó? Debería, es mi mejor amigo pero... ¿me entendería? Después de todo...mi padre y yo...no, no debo hablar" Resultó demasiado bien...estuvo bien...estoy bien...-dijo como si aún no se lo creyera.


-Mmmm...Bien, aunque no te veo muy contento.


-Bueno es que yo esperaba un escándalo o algo así.


-¿Ves? Eso significa que tus padres te quieren como eres...o que son muy dobes como tú-le sonrió de forma arrogante.


-¡¡Argg teme!!...gracias-sonrió sinceramente. De pronto Yamil escuchó pasos-. Espera aquí-fue a asomarse por la puerta.


-¿A dónde iría?-le preguntó irónico.


-Shhhh-vio a su padre llegar-. Wuaaaaa-cerró la puerta y fue a esconderse debajo de la cama.


-¿Qué pasó? Ni que hubieras visto un fantasma.


-Shhhh Erick cúbreme, es mi padre "todavía no puedo verlo".


-¿No era que todo había salido bien?-le cuestionó mirando debajo de la cama.


-No digas que estoy aquí-se abrazó a si mismo ocultando su rostro.


-De acuerdo-dijo mirándolo extrañado-. "¿Qué le pasa a este usuratonkachi?".






Sebastian cruzó por la puerta con un ramo de rosas rojas.






-Buenas tardes Erick ¿cómo te encuentras?-le sonrió.


-Bien supongo ¿qué hace usted aquí?-lo miraba alzando una ceja.


-Tu padre me comentó de tu desmayo y vine a verte.


-...Ya veo "Marco...maldito hipócrita...es por tu culpa que yo estoy aquí" ¿ese ramo es para mi?


-¿Eh?-miró su mano y se dio cuenta de lo que traía-. "Creí que lo había dejado en el auto. ¿Dónde tengo la cabeza?"-rió para sus adentros-. ¡Ah!...no, es para otra persona-miró su reloj-. Discúlpame si soy un poco...


-No hace falta que se disculpe-le interrumpió-. Sé muy bien que está ocupado.


-Eres muy respetuoso...bueno me voy cuídate-salió de la habitación.


-Sí, como usted diga-cuando se fue volvió a mirar debajo de la cama-. Hey usuratonkachi, tu padre ya se fue.


-Fiuuu ¡qué bien!-salió debajo de la cama-. Eso estuvo cerca, te debo una.


-Ahora me vas a decir ¿qué es lo que está pasando?-se cruzó de brazos esperando la respuesta.


-Jejejejeje-reía nervioso-. Bueno es que...es que yo...-fingió mirar su reloj-. Huy ya es muy tarde...nos vemos Erick-salió corriendo de la habitación.


-"Maldito usuratonkachi, siempre dejándome con la duda"-miró el reloj de la pared-. "Él debería estar llegando a la universidad... ¿será qué nuestros padres le harán trabajar otra vez?"-efímeras lágrimas fluían por sus mejillas-. "¿Por qué tiene que pasar esto? Kaleb...te sacrificas mucho por mi...eres demasiado noble"-las secó con su mano-. "No lo merezco"-volvió a acostarse. Necesitaba dormir.






Estaba aburrido. Se sentía adolorido, es cierto, pero quería seguir estando a su lado. Después de todo, esa mañana le dejó con las ganas.






-"Maldito aniki, tengo diecisiete años. No soy un niño"-aún así estaba contento por estar con Kevin-. "¿Qué soy para él ahora? ¿Su hermano? ¿Su amante? ¿Su novio? Eso no importa ahora, mientras esté conmigo y me corresponda un poquito de mi amor...soy feliz"-miraba a su alrededor y al ver una de las camisas de su hermano, inhaló su aroma, embriagándose-. "Estoy en tu cama ahora... ¿qué estarás haciendo tú, mi querido aniki?"-quería llamarlo pero sabía que le estaría causando muchos problemas. Sin embargo no pudo contenerse y lo llamó.


-Diga.


-Hola Kevin-le habló en un tono sensual.


-¿Dilan? "¿qué estás planeando?" ¿Pasó algo?


-Sí, soy yo...estoy reclamando un poco de atención ¿está mal?-lo último lo dijo en un tono casi infantil.


Kevin tragó saliva.


-No claro que...que no.


-Aniki te extraño...estoy acostado en tu cama...lo que daría porque estuvieras aquí, ¿Acaso…no deseas mi cuerpo una vez más?


-Dilan...me encantaría estar ahí...tocando tu piel tan suave...lamerla...chuparla...hasta saciar ésta hambre que has despertado en mi.


-¿Y por qué no vienes?


-Sabes que no puedo...-terminó de decirlo y empezó a escuchar débiles jadeos-. ¿Dilan...qué estas haciendo?


-Ahhh aniki...no puedo esperar...me siento muy caliente...mmm...siento que eres tú el que me toca.


-No me hagas esto, por favor.


-Ahhh Kevin...-Dilan gemía.


-Maldición...-miró su ocupada agenda y mandó al diablo todas sus reuniones-. Ya salgo para allá...-le cortó.


-"No pensé que sería tan fácil"-Dilan aún estaba sorprendido-. "Bueno, debe ser que está muy necesitado"-largó una carcajada al pensar eso.






Llegó a su casa un poco aturdido. Prácticamente tuvo que correr todo el día. Sin darse cuenta había apagado su celular y ya tenía 20 llamadas perdidas, al ver que casi todas eran de Nehüen se sintió mal-. "Últimamente lo estoy dejando de lado, tendría que preocuparme más por él".


Al revisar sus mensajes se sorprendió al ver uno de su padre:


"Necesito hablar contigo, ven al despacho"






Eso decía. Miró la hora y había sido enviado a las 20:39, diez minutos antes de haber llegado. Fue hasta allí y no encontró a nadie.


Su celular empezó a sonar. Era Sebastian el que llamaba.






-¿Qué sucede otosan?-preguntó temeroso, aún sentía que no debía verlo.


-Búscame en mi habitación, necesito que estés aquí-su tono de voz era severo-. ¿Entendiste Yamil?


-Sí otosan-colgó y subió lentamente las escaleras.






Sentía miedo y lo reconocía. Todavía recordaba lo que había sucedido, era el mismo tono que había usado antes de haberle besado y tocado.


-"¿Y si se arrepintió? No...Si es así no lo soportaré...moriría de la desilusión"-abrió la puerta y en la oscura habitación no halló a nadie pero había una nota sobre la cama.






"Hay una persona importante que no está aquí, si la descubres...hablaremos"






No entendía el significado de tantos mensajes.






-"¿A qué estas jugando otosan? Esto no me gusta"-pensó por bastante tiempo-. "¿Quién sería? ¿La gente de servicio? No, es común que a veces no estén en la casa... ¿quién podría ser?"-no sabía la respuesta pero luego de unos minutos, aún dudando, respondió-. Es… ¿mi okasan?


-Así es-salió de las penumbras.


-Wuaaaa-Yamil gritó-. Me asustaste.


-Lo siento, Yamil-kun-dijo sonriéndole.


-Ufff-infló los cachetes-. ¿Qué pasó con mamá?


-Salió de viaje al exterior-mientras que hablaba rodeaba la cama-. Fue en mi lugar-sacó unos pétalos de la mesa de luz y los dejó caer en la cama.


-¿Por qué haces esto?-preguntó confundido-. "Sebastian cada vez te entiendo menos".


-Porque deseaba estar a solas contigo-se acercó hasta Yamil y acarició su rostro-. No puedo esperar más.


-Otosan...-bajó su mirada. Siempre deseó que su padre lo deseara pero ahora sentía el peso de la culpa-. Pero... ¿acaso ya no amas a mamá?


-La amo...-delineó los labios de su hijo con sus dedos-. La amo por haber traído a mi vida a tan maravilloso ángel-besó su frente y descendió hasta llegar a sus labios. Yamil aún sentía mucha confusión pero se dejó llevar por los besos de su padre.






Una hermosa mujer, de cabello rubio y lacio que le llegaba hasta la cintura y de ojos verdes violáceos, se encontraba revisando unos papeles hasta que escuchó que golpeaban su puerta.






-Entre-frente a ella aparecía Anahí, una de sus mejores médicas.


-¿Requería mi presencia, Princesa Esther?-antes de volver a casa, la médica y directora del hospital debían hablar.


-Llegas temprano como siempre, hay algo que quiero pedirte-le hablaba en tono serio y dejando a un lado los papeles que estaba a su lado.


-Dígame, ¿en qué puedo ayudarle?


-Sé que mañana es tu día libre, pero...-no habló por unos segundos-. Pero necesito que hagas la guardia de mañana, estamos cortos de personal y...


-No hace falta que diga más-le interrumpió-. Estaré aquí mañana, no se preocupe-Anahí estaba emocionada-. "Si me lo hubiera pedido cuando recién llegué, no hubiera aceptado. Pero ahora que ese niño está aquí....no puedo creer que deje a un lado mi descanso por ese chico que apenas conozco"-sonrió de manera dulce como siempre.


-Gracias Anahí, me has solucionado muchos problemas-se relajó en su asiento.


-Si es sólo eso, me retiro, tengo que descansar antes de mi guardia-hizo una reverencia e iba a salir pero Esther aún necesitaba hablar con ella.


-Espera...-Anahí se volteó-. Sabes que perteneces a nuestra familia ¿no es verdad?-la médica asintió-. Es peligroso que sigas viendo a Kevin por eso...


-Esther...tranquila...yo...tengo muy en claro que soy parte de su clan...por eso...-unas pequeñas lágrimas caían-. Ya no veré más a Kevin Cezanelli-sentenció.


-Has tomado la decisión correcta-sonrió-. Ahora puedes irte.


-Con su permiso-cerró la puerta y suspiró-. "Sabía que un día iba a tener que decir eso....pero no pensé que fuera tan pronto"-se alejó rumbo a su hogar.








Despertó con los ojos muy adoloridos. Había llorado toda la noche y la mañana y tarde las usó para dormir pero aún así sus ojos ardían. Fue a lavarse la cara y la vio un poco apagada. Sentía mucho dolor.






-"Yamil..., tú eres mi mejor amigo ¿por qué no me comentaste nada? ¿Por qué no me dijiste que tenías ese tipo de orientaciones? Así por lo menos ahora no estaría llorando por ti"-las lágrimas ya no fluyan, se habían secado y su corazón le dolía. Escuchó el sonido de la puerta abrirse, su tía había llegado y lo más probable es que quisiera hablar con la menor.


-Ya llegue-dijo Anahí al llegar.


-Bienvenida-Nadezhda le saludó sin ganas-. ¿Cómo te fue en el hospital?


-Bien, creo-le respondió-. Estaba preocupada.


-¿Por mí? No lo hubieras hecho si eso interfería con tu trabajo-habló con tono molesto.


-¿Cómo no voy a preocuparme? Cuando me fui sonabas muy mal-se sentó en el sillón del living.


-A vos también se te oía mal ¿qué pasó, terminó tu sueño?-dijo irónica pero al ver que Anahí bajaba la cabeza se preocupó-. ¿Anahí?


-Nade-chan...yo...terminé ayer con Kevin-decía casi sin voz.


-Pero... ¿por qué? Parecían la pareja perfecta-se sentó a su lado.


-El tema es que yo lo amaba pero él sólo me quería, por eso lo dejé ir.


-Es un idiota-dijo sinceramente-. A muchos les gustaría tener una oportunidad contigo y él la desaprovechó-suspiró-. Entonces ¿con quién te engañó? Porque no creo que se hayan separado sólo por suposiciones tuyas.


-Descubrí que Kevin amaba a su hermano y...


-Pero eso no es excusa-le interrumpió-. Tú también me amas y no por eso él te dejó.


-No entiendes-miró hacia un costado-. El amor que ellos sienten es más que fraternal, por eso me aparté...-volvió a mirar a su sobrina-. Para....para que ellos sean felices.


-¿Para que sean felices?-la miro incrédula-. ¿Cómo puedes decir eso? ¡Ellos no merecen nada! Están enfermos, además ese amor es imposible.


-No Nadezhda, estás equivocada. El único amor imposible es el que no es correspondido-al escuchar eso, la castaña sintió demasiada rabia.


-¡No! Tú estás equivocada-le gritó levantándose bruscamente de su asiento-. Escúchame bien, ellos además de ser homosexuales, lo cual ya es terrible...son unos incestuosos, son unos asquerosos...Lo que merecen es la muerte.


-¿Qué estás diciendo? Nadezhda yo no te crié con esa mentalidad.


-¿Tú que sabes lo que yo pienso? Siempre te interesaste por los demás y nunca por mi...yo sabía que no ibas a entenderme-se fue corriendo hasta su habitación.


-¡Nadezhda, espera!-la siguió pero su sobrina le cerró la puerta en la cara-. Nade ábreme-golpeaba pero no recibía respuesta-. Por favor, Nadezhda.


-...-la menor se mantenía en silencio-. "Tal vez tengas razón pero ahora yo estoy muy dolida....los odio....los odio"-enredó sus manos en su cabello y tiró de varios mechones-. "Perdóname, pero no puedo entenderte" ¡Vete de mi cuarto!


-Nadezhda....-se resignó-. Está bien me voy....sólo quería avisarte que mañana tengo guardia y no voy a estar....te quiero Nadezhda-se fue a su habitación.


-"Yo también, Anahí...espero que me perdones por gritarte"-prendió su ordenador y puso música para poder relajarse-. "Ojalá pudiera ser tan fuerte como tú, pero no puedo....yo no puedo perdonar una traición...sólo espero que en verdad tengas razón y no te arrepientas de tus acciones"-cerró los ojos y se desconectó del mundo.


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