Capítulo 5
Se despertó con pesadez, la noche anterior fue de muchas emociones. Le dolía mucho la cabeza producto del llanto y los gritos que dio. Su corazón estaba débil y tampoco tenía el apoyo de su sobrina, quién no quiso salir de su habitación.
-¡Qué ironía! La médica clínica experta en cirugía del corazón sufre por un amor no correspondido-se levantó de la cama y caminó hasta el baño, abrió el botiquín y extrajo unas aspirinas las cuales tomó. Al mirarse en el espejo pudo notar que sus ojos estaban rojos-. Me veo muy mal, hoy me gustaría quedarme en casa-no deseaba encontrarse con los pacientes políticos del hospital que se creen los únicos en el mundo.
Sin embargo debía cumplir con su trabajo. Mañana sería su día libre y podría descansar.
-Nade-chan levántate llegarás tarde al instituto-golpeaba la puerta con insistencia.
-Por favor, déjame tranquila-su voz estaba quebrada.
-¿Qué pasó?-Anahí se estaba preocupando.
-Déjame...cuando vuelvas te cuento...
-Pero Nadezhda...
-¡Maldición sólo déjame tranquila!-cuando se dio cuenta que le había gritado trató de calmarse-. Perdón...quiero estar sola.
-Está bien...por hoy quédate-se resignó-. Más tarde hablamos-se alejó de la puerta y se marchó del departamento.
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La mañana llegó y el sonido del despertador del celular lo obligó a abrir sus ojos. Sin embargo la imagen que tenía en frente no podía ser más hermosa. Su hermano menor se aferraba a él sin querer separarse. Dilan se veía tierno durmiendo y no quería despertarlo pero tenía que hacerlo.
-Dilan...despierta...el sol ya salió-le quitaba los cabellos que estaban sobre su frente y le daba pequeños besos.
-¿Mmmmm? ¿Ya amaneció?-se incorporó un poco y al ver su cuerpo desnudo y el de su hermano en las mismas condiciones, sintió una vergüenza y alegría infinitas-. ¿No fue un sueño? ¿En verdad pasó?
-¿Acaso tengo que recordarte lo que hicimos anoche?-tocaba su pecho con suavidad al mismo tiempo que repartía pequeños besos en su cuello.
-Ahhh...aniki-el menor se estremecía.
-Mejor no-Kevin detuvo sus manos-. Ayer me entregaste tu inocencia...lo mejor será que vayas a casa y descanses-se separó de su otouto y recogió las ropas que estaban dispersas por la oficina.
-No soy un niño para que...-trató de levantarse pero el dolor en su entrada sólo le dejó sentarse-. Maldición.
-Tenía razón...quédate quieto-se acercaba con las prendas de su hermano-. Voy a vestirte.
-Siempre queriendo ser el mayor-dijo suspirando.
-Me gusta darte atención-dijo sonriendo mientras le colocaba la ropa interior.
-Baka-le miró con rubor en sus mejillas.
-Te amo tanto-acariciaba sus piernas.
-¿Qué haces?-le preguntó con una ceja levantada.
-Estoy vistiéndote-besaba sus pies-. Pero no puedo evitar tocarte-unió sus labios con los de Dilan mientras sus manos recorrían sus muslos.
-Mmmm...Kevin...-cerró sus ojos y sucumbió ante las caricias de su hermano.
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A Anahí no le agradaba la idea de dejar a su sobrina sola. No quería estar ahí, no se sentía bien, ella también quería estar tranquila pero nuevamente su deber como médica interfería. Se sentía impotente, no sabía que fue lo que le pasó a Nadezhda pero se la oía muy triste como cuando ella término con su relación de ensueño. Aún derramaba silenciosas lágrimas al recordarlo.
*Flashback*
Irrumpió en su oficina no sin antes secarse las lágrimas que se escaparon de sus ojos cuando habló con Dilan. Lo vio sentado con sus manos en la cabeza, era obvio que sufría, y lo que más le dolía era saber que ella, siendo su pareja, no era la causante.
-Kevin...tengo que hablarte de algo importante-debía terminar rápido, así el sufrimiento sería mínimo.
-¿Qué pasa? ¿Pasó algo con Dilan?-estaba asustado-. ” Acaso ¿mi hermanito me odia? si es así, yo...no sé cómo voy a reaccionar".
-No, se...se trata de nosotros-titubeaba. Aunque supiera que lo que estaba por hacer era correcto, tenía miedo de las cosas se complicarán-. Es...Que...yo...lo nuestro debe terminar.
-¿Qué dices? Anahí ¿qué pasa?-se acercó con intenciones de abrazarla-. Yo te quiero...no me hagas esto.
-Me quieres pero no me amas-lo detuvo con una mano en su pecho-. Tú amas a otra persona y lo sabes.
-¿Ah?...yo...-bajo su mirada-. "¿Cómo se enteró?".
-Lo sabía-nuevas lágrimas caían por sus mejillas.
-Pero Anahí yo...-le dolió ver esa tristeza en una mujer como ella.
-A esa persona que amas...-le interrumpió-. Búscala...te dejo libre...-se dio la media vuelta para irse de la oficina.
-Perdóname por no amarte como lo mereces.
-No te preocupes-volvió a mirarlo-. Estoy acostumbrada al dolor...sólo te pido que seas feliz-salió corriendo hasta el ascensor y cuando las puertas de este se cerraron pudo dar rienda suelta a su llanto-. "Es lo mejor...pero...duele tanto...no creí que te amaba tanto".
-"Anahí...perdón...pero...no sé si él me ama de la misma forma"- fue a buscar una botella de wiski para tratar de olvidar lo que acaba de pasar.
*fin flashback*
Llegó hasta su consultorio y ni siquiera pudo colgar su bolso que ya llamaban a su puerta.
-Adelante.
-Con permiso doctora Anahí-se trataba de Carolina, la secretaría de Esther-. Hoy tiene a cargo a los internados del cuarto piso.
-¡Ah!...sí, enseguida iré-se puso el delantal-. ¿Algo más?
-No...-estaba por irse pero se volvió-. ¡Ah!...sí, cuando termine, la directora la espera en su oficina.
-Está bien...dígale que ahí estaré.
-Sí-se retiro del consultorio.
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Entró a la habitación 401 y sólo vio un paciente cubierto por las sábanas. Por su tamaño pudo descifrar que se trataba de un niño o un adolescente.
-Buenos días-saludó animadamente como siempre, todo lo contrario a como realmente se sentía.
-Hola-el menor se destapó y se sentó en la cama.
-"No puede ser...se parece demasiado a Dilan"-grande fue su sorpresa al ver a aquel niño que bien podría ser el reflejo de su ex cuñado-. ¿Cómo te llamas?
- Erick Navarro…Cezanelli-dijo aún somnoliento.
-“Cezanelli”-se sorprendió pero no lo demostró-. Ya veo-le hablaba mientras leía la historia clínica-. ¿Vas al Instituto Aoi?
-¿Y usted como sabe?-le preguntó alzando una ceja.
-Eres compañero de mi sobrina Nadezhda, por eso-volvió a mirar su historia-. Así que te desmayaste.
-Sí, y me golpee la cabeza contra el piso.
-¿Te duele algo?-se acercó para revisarlo-. Cuéntame.
-Yo...-bajó la mirada y se quedó callado.
-"No quiere hablarme" bueno ¿vino alguien contigo?
-Sí, mi hermano-alzó la vista y dijo rápidamente.
-Bueno...Erick-kun...yo me llamó Anahí y voy a ser tu médica clínica...voy a volver a hacerte un chequeo al mediodía-abrió la puerta-. Voy a hablar con tu hermano ¿está bien?
-Sí...-volvió a bajar la mirada.
-Bueno...-al salir se encontró con el mismo joven que vio el día anterior en el hotel-. ¿Usted es el hermano de Erick?
-Sí... ¿pasó algo?-preguntó angustiado.
-No exactamente...verá...-vio que había mucha gente como para hablar de ese tema-. Sígame-ambos fueron hasta el consultorio-. Estuve revisando a Erick y hay algo que me gustaría que me aclare.
-¿Qué sucede?
-Erick….ha sufrido una violación y ha querido suicidarse ¿no es así?
-¿En que se basa?-hablaba nervioso.
-En las marcas que presenta su cuerpo-al ver el nerviosismo del joven le habló sin rodeos-. Si no me cuenta lo que sucedió haré la denuncia-le amenazó.
-….Se lo diré…pero por favor no lo comente-Anahí asintió-. En realidad no se quién lo hizo pero créame que yo mataría a ese desgraciado...-suspiró-. Todo comenzó por una maldita deuda...-la médica iba escuchando cada palabra con atención. Se sorprendió mucho al oír el nombre de Geriko y más aún saber que fue uno de los causantes del sufrimiento del pequeño. Mientras lo oía pudo darse cuenta que Kaleb, en parte se parecía a Kevin, porque al igual que él se preocupaba mucho por su hermanito.
-"Me pregunto si hay algo más detrás de este sentimiento"-esa duda surgió al escucharlo ese tono con tanto amor con el que se expresaba. Cuando terminó de escucharlo no podía creer que esos padres los obligarán a realizar ese trabajo tan horrible para unos niños como ellos-. Lo que me cuentas es terrible...deberías denunciarlos.
-Ese es el problema...si los denunció...voy a perder a Erick-decía con tristeza.
-Ya veo...mire, Erick deberá quedarse un día en observación...yo voy a estar con él todo el tiempo así que...puede hacer su trabajo "estoy decidida a cuidarlo" puede confiar en que lo voy a proteger-le miró con seguridad en los ojos.
-Aún no puedo creer que le conté esto.
-No se preocupe...no diré nada pero será mejor que haga algo pronto si no quiere que interfiera.
-Entonces saludo a Erick y me retiro-se levantó de su asiento.
-Está bien nos estamos viendo-cuando Kaleb salió Anahí se puso a analizar la situación-"Si ellos son de apellido Navarro deben estar en los registros del clan Ledezma"-prendió su ordenador y se puso a investigar.
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En la habitación 401, Kaleb vio a Erick dormido y ver ese ángel frente a sus ojos le produjo una inmensa ternura. Se acercó silencioso y le dio un dulce beso en los labios, a lo que Erick se despertó asustado.
-Me despedía, tengo que trabajar.
-¿Así que ya te vas?...-hablo con tristeza.
-Perdón Erick...te prometo que apenas termine estaré aquí-le desordenó el cabello y le besó la frente.
-Mmmm ya veo...Kaleb ¿podrías...besarme de nuevo?-dijo completamente rojo.
-Claro mi querido hermanito-apoyó sus labios con los de Erick y le dio un beso suave pero al sentirlos no pudo contenerse y lo profundizó. Sus lenguas se movían con ansias como si hace muchos años no lo hubieran echo. Cuando al fin se separaron y mientras un hilo de saliva aún los mantenía unidos Kaleb dijo-. Lo seguiremos después-salió de la habitación y detrás de la puerta escuchó un grito de su hermano.
-¡Aniki Hentai!-Erick estaba completamente rojo y apenas podía respirar-. Maldito Kaleb siempre me deja así-suspiró-. Pero lo amo tanto-volvió a acostarse y tratar de descansar.
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Anahí estaba en su consultorio y no podía creer lo que veía en la pantalla.
-"La familia de Erick es la única que no pertenece al clan Cezanelli e incluso podría ser considerada parte de nuestro clan debido a la sociedad entre ellos y los Duchon"-siguió leyendo hasta se encontró lo que estaba buscando-. "Efectivamente existe una deuda entre los padres de Erick y Kevin pero al parecer todo a sido manejado por Geriko, así que es posible que él no sepa nada...sabía que ese hombre era desagradable, maldito"-Anahí nunca había sentido tanto odio-."Lo peor es que nada puede hacerse si no es Kevin el que dio la orden"-otra vez se sintió frustrada, ese niño no merecía sufrir así-. "Por la cantidad de dinero que deben, mínimo estarán trabajando cuatro años...maldición si tan sólo...pudiera hacer algo"-decidió dejar de leer, mirar ese archivo sólo la llenaba de rabia-. "Haré lo posible desde mi posición, siento que debo cuidarlos y voy a hacerlo"-esa era la determinación de la médica.
Se despertó con pesadez, la noche anterior fue de muchas emociones. Le dolía mucho la cabeza producto del llanto y los gritos que dio. Su corazón estaba débil y tampoco tenía el apoyo de su sobrina, quién no quiso salir de su habitación.
-¡Qué ironía! La médica clínica experta en cirugía del corazón sufre por un amor no correspondido-se levantó de la cama y caminó hasta el baño, abrió el botiquín y extrajo unas aspirinas las cuales tomó. Al mirarse en el espejo pudo notar que sus ojos estaban rojos-. Me veo muy mal, hoy me gustaría quedarme en casa-no deseaba encontrarse con los pacientes políticos del hospital que se creen los únicos en el mundo.
Sin embargo debía cumplir con su trabajo. Mañana sería su día libre y podría descansar.
-Nade-chan levántate llegarás tarde al instituto-golpeaba la puerta con insistencia.
-Por favor, déjame tranquila-su voz estaba quebrada.
-¿Qué pasó?-Anahí se estaba preocupando.
-Déjame...cuando vuelvas te cuento...
-Pero Nadezhda...
-¡Maldición sólo déjame tranquila!-cuando se dio cuenta que le había gritado trató de calmarse-. Perdón...quiero estar sola.
-Está bien...por hoy quédate-se resignó-. Más tarde hablamos-se alejó de la puerta y se marchó del departamento.
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La mañana llegó y el sonido del despertador del celular lo obligó a abrir sus ojos. Sin embargo la imagen que tenía en frente no podía ser más hermosa. Su hermano menor se aferraba a él sin querer separarse. Dilan se veía tierno durmiendo y no quería despertarlo pero tenía que hacerlo.
-Dilan...despierta...el sol ya salió-le quitaba los cabellos que estaban sobre su frente y le daba pequeños besos.
-¿Mmmmm? ¿Ya amaneció?-se incorporó un poco y al ver su cuerpo desnudo y el de su hermano en las mismas condiciones, sintió una vergüenza y alegría infinitas-. ¿No fue un sueño? ¿En verdad pasó?
-¿Acaso tengo que recordarte lo que hicimos anoche?-tocaba su pecho con suavidad al mismo tiempo que repartía pequeños besos en su cuello.
-Ahhh...aniki-el menor se estremecía.
-Mejor no-Kevin detuvo sus manos-. Ayer me entregaste tu inocencia...lo mejor será que vayas a casa y descanses-se separó de su otouto y recogió las ropas que estaban dispersas por la oficina.
-No soy un niño para que...-trató de levantarse pero el dolor en su entrada sólo le dejó sentarse-. Maldición.
-Tenía razón...quédate quieto-se acercaba con las prendas de su hermano-. Voy a vestirte.
-Siempre queriendo ser el mayor-dijo suspirando.
-Me gusta darte atención-dijo sonriendo mientras le colocaba la ropa interior.
-Baka-le miró con rubor en sus mejillas.
-Te amo tanto-acariciaba sus piernas.
-¿Qué haces?-le preguntó con una ceja levantada.
-Estoy vistiéndote-besaba sus pies-. Pero no puedo evitar tocarte-unió sus labios con los de Dilan mientras sus manos recorrían sus muslos.
-Mmmm...Kevin...-cerró sus ojos y sucumbió ante las caricias de su hermano.
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A Anahí no le agradaba la idea de dejar a su sobrina sola. No quería estar ahí, no se sentía bien, ella también quería estar tranquila pero nuevamente su deber como médica interfería. Se sentía impotente, no sabía que fue lo que le pasó a Nadezhda pero se la oía muy triste como cuando ella término con su relación de ensueño. Aún derramaba silenciosas lágrimas al recordarlo.
*Flashback*
Irrumpió en su oficina no sin antes secarse las lágrimas que se escaparon de sus ojos cuando habló con Dilan. Lo vio sentado con sus manos en la cabeza, era obvio que sufría, y lo que más le dolía era saber que ella, siendo su pareja, no era la causante.
-Kevin...tengo que hablarte de algo importante-debía terminar rápido, así el sufrimiento sería mínimo.
-¿Qué pasa? ¿Pasó algo con Dilan?-estaba asustado-. ” Acaso ¿mi hermanito me odia? si es así, yo...no sé cómo voy a reaccionar".
-No, se...se trata de nosotros-titubeaba. Aunque supiera que lo que estaba por hacer era correcto, tenía miedo de las cosas se complicarán-. Es...Que...yo...lo nuestro debe terminar.
-¿Qué dices? Anahí ¿qué pasa?-se acercó con intenciones de abrazarla-. Yo te quiero...no me hagas esto.
-Me quieres pero no me amas-lo detuvo con una mano en su pecho-. Tú amas a otra persona y lo sabes.
-¿Ah?...yo...-bajo su mirada-. "¿Cómo se enteró?".
-Lo sabía-nuevas lágrimas caían por sus mejillas.
-Pero Anahí yo...-le dolió ver esa tristeza en una mujer como ella.
-A esa persona que amas...-le interrumpió-. Búscala...te dejo libre...-se dio la media vuelta para irse de la oficina.
-Perdóname por no amarte como lo mereces.
-No te preocupes-volvió a mirarlo-. Estoy acostumbrada al dolor...sólo te pido que seas feliz-salió corriendo hasta el ascensor y cuando las puertas de este se cerraron pudo dar rienda suelta a su llanto-. "Es lo mejor...pero...duele tanto...no creí que te amaba tanto".
-"Anahí...perdón...pero...no sé si él me ama de la misma forma"- fue a buscar una botella de wiski para tratar de olvidar lo que acaba de pasar.
*fin flashback*
Llegó hasta su consultorio y ni siquiera pudo colgar su bolso que ya llamaban a su puerta.
-Adelante.
-Con permiso doctora Anahí-se trataba de Carolina, la secretaría de Esther-. Hoy tiene a cargo a los internados del cuarto piso.
-¡Ah!...sí, enseguida iré-se puso el delantal-. ¿Algo más?
-No...-estaba por irse pero se volvió-. ¡Ah!...sí, cuando termine, la directora la espera en su oficina.
-Está bien...dígale que ahí estaré.
-Sí-se retiro del consultorio.
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Entró a la habitación 401 y sólo vio un paciente cubierto por las sábanas. Por su tamaño pudo descifrar que se trataba de un niño o un adolescente.
-Buenos días-saludó animadamente como siempre, todo lo contrario a como realmente se sentía.
-Hola-el menor se destapó y se sentó en la cama.
-"No puede ser...se parece demasiado a Dilan"-grande fue su sorpresa al ver a aquel niño que bien podría ser el reflejo de su ex cuñado-. ¿Cómo te llamas?
- Erick Navarro…Cezanelli-dijo aún somnoliento.
-“Cezanelli”-se sorprendió pero no lo demostró-. Ya veo-le hablaba mientras leía la historia clínica-. ¿Vas al Instituto Aoi?
-¿Y usted como sabe?-le preguntó alzando una ceja.
-Eres compañero de mi sobrina Nadezhda, por eso-volvió a mirar su historia-. Así que te desmayaste.
-Sí, y me golpee la cabeza contra el piso.
-¿Te duele algo?-se acercó para revisarlo-. Cuéntame.
-Yo...-bajó la mirada y se quedó callado.
-"No quiere hablarme" bueno ¿vino alguien contigo?
-Sí, mi hermano-alzó la vista y dijo rápidamente.
-Bueno...Erick-kun...yo me llamó Anahí y voy a ser tu médica clínica...voy a volver a hacerte un chequeo al mediodía-abrió la puerta-. Voy a hablar con tu hermano ¿está bien?
-Sí...-volvió a bajar la mirada.
-Bueno...-al salir se encontró con el mismo joven que vio el día anterior en el hotel-. ¿Usted es el hermano de Erick?
-Sí... ¿pasó algo?-preguntó angustiado.
-No exactamente...verá...-vio que había mucha gente como para hablar de ese tema-. Sígame-ambos fueron hasta el consultorio-. Estuve revisando a Erick y hay algo que me gustaría que me aclare.
-¿Qué sucede?
-Erick….ha sufrido una violación y ha querido suicidarse ¿no es así?
-¿En que se basa?-hablaba nervioso.
-En las marcas que presenta su cuerpo-al ver el nerviosismo del joven le habló sin rodeos-. Si no me cuenta lo que sucedió haré la denuncia-le amenazó.
-….Se lo diré…pero por favor no lo comente-Anahí asintió-. En realidad no se quién lo hizo pero créame que yo mataría a ese desgraciado...-suspiró-. Todo comenzó por una maldita deuda...-la médica iba escuchando cada palabra con atención. Se sorprendió mucho al oír el nombre de Geriko y más aún saber que fue uno de los causantes del sufrimiento del pequeño. Mientras lo oía pudo darse cuenta que Kaleb, en parte se parecía a Kevin, porque al igual que él se preocupaba mucho por su hermanito.
-"Me pregunto si hay algo más detrás de este sentimiento"-esa duda surgió al escucharlo ese tono con tanto amor con el que se expresaba. Cuando terminó de escucharlo no podía creer que esos padres los obligarán a realizar ese trabajo tan horrible para unos niños como ellos-. Lo que me cuentas es terrible...deberías denunciarlos.
-Ese es el problema...si los denunció...voy a perder a Erick-decía con tristeza.
-Ya veo...mire, Erick deberá quedarse un día en observación...yo voy a estar con él todo el tiempo así que...puede hacer su trabajo "estoy decidida a cuidarlo" puede confiar en que lo voy a proteger-le miró con seguridad en los ojos.
-Aún no puedo creer que le conté esto.
-No se preocupe...no diré nada pero será mejor que haga algo pronto si no quiere que interfiera.
-Entonces saludo a Erick y me retiro-se levantó de su asiento.
-Está bien nos estamos viendo-cuando Kaleb salió Anahí se puso a analizar la situación-"Si ellos son de apellido Navarro deben estar en los registros del clan Ledezma"-prendió su ordenador y se puso a investigar.
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En la habitación 401, Kaleb vio a Erick dormido y ver ese ángel frente a sus ojos le produjo una inmensa ternura. Se acercó silencioso y le dio un dulce beso en los labios, a lo que Erick se despertó asustado.
-Me despedía, tengo que trabajar.
-¿Así que ya te vas?...-hablo con tristeza.
-Perdón Erick...te prometo que apenas termine estaré aquí-le desordenó el cabello y le besó la frente.
-Mmmm ya veo...Kaleb ¿podrías...besarme de nuevo?-dijo completamente rojo.
-Claro mi querido hermanito-apoyó sus labios con los de Erick y le dio un beso suave pero al sentirlos no pudo contenerse y lo profundizó. Sus lenguas se movían con ansias como si hace muchos años no lo hubieran echo. Cuando al fin se separaron y mientras un hilo de saliva aún los mantenía unidos Kaleb dijo-. Lo seguiremos después-salió de la habitación y detrás de la puerta escuchó un grito de su hermano.
-¡Aniki Hentai!-Erick estaba completamente rojo y apenas podía respirar-. Maldito Kaleb siempre me deja así-suspiró-. Pero lo amo tanto-volvió a acostarse y tratar de descansar.
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Anahí estaba en su consultorio y no podía creer lo que veía en la pantalla.
-"La familia de Erick es la única que no pertenece al clan Cezanelli e incluso podría ser considerada parte de nuestro clan debido a la sociedad entre ellos y los Duchon"-siguió leyendo hasta se encontró lo que estaba buscando-. "Efectivamente existe una deuda entre los padres de Erick y Kevin pero al parecer todo a sido manejado por Geriko, así que es posible que él no sepa nada...sabía que ese hombre era desagradable, maldito"-Anahí nunca había sentido tanto odio-."Lo peor es que nada puede hacerse si no es Kevin el que dio la orden"-otra vez se sintió frustrada, ese niño no merecía sufrir así-. "Por la cantidad de dinero que deben, mínimo estarán trabajando cuatro años...maldición si tan sólo...pudiera hacer algo"-decidió dejar de leer, mirar ese archivo sólo la llenaba de rabia-. "Haré lo posible desde mi posición, siento que debo cuidarlos y voy a hacerlo"-esa era la determinación de la médica.
