I´ve Got You Under my skin

I´ve Got You Under my skin
Kaleb y Erick (hermanos Navarro Cezanelli)

lunes, 15 de noviembre de 2010

I've got you under my skin

Capítulo 1





En medio de la oscuridad de la noche, débiles suspiros podían escucharse y mientras más te acercabas, más fuertes se escuchaban.






-''Solo hay oscuridad pero puedo verte muy bien. Tu cuerpo se estremece con cada toque de mis frías manos. Tu temperatura sube cada vez más al igual que la mía. El saber que estoy haciendo algo prohibido me excita cada vez más. No lo soporto, quiero poseerte de mil formas distintas y sé muy bien que si me correspondes te condeno al mismo infierno, pero solo quiero oírte gemir mi nombre con tu dulce voz. Sé que es enfermizo y que merezco la peor de las torturas por querer mancillar a un ángel tan inocente y puro como tú. Mi deseo y mi lujuria me llevan a tocarte de forma perversa y el hecho de que gimas ante cada una de mis caricias hace que pierda la poca cordura que me queda”.










-Ahhhh her...hermano se...Ahh se siente raro-Erick se veía muy excitado y con un tono carmín en sus mejillas.










-Te gustará y seguramente vendrás a rogarme que lo vuelva a hacer-Kaleb bajo hasta la entrepierna, besando cada centímetro de esa blanca y tersa piel-. Tu piel es tan suave me gusta besarla y lamerla-sin perder tiempo llevo sus labios a la pequeña erección y besó la punta apenas lo que provocó que su pequeño hermano arqueara la espalda producto del placer le proporcionaba.










-Ahhh Kaleb ahhh-el mayor sonrió e introdujo el pequeño miembro en su boca. Comenzó a succionarlo sin dejar de observar las expresiones de placer que Erick le ofrecía-. Ahh hermano.....voy a.....ahhh-succionó con mas fuerza logrando que derramara toda su esencia en su boca, la cual bebió gustoso.










-Erick eres delicioso-lamió los restos de semen y ascendió por su ingle hasta su vientre sonde hizo pequeños círculos alrededor de su ombligo.






 Erick dejaba escapar débiles suspiros mientras su hermano siguió ascendiendo hasta su boca.






-Tus rojos labios me incitan a que me apodere de ellos-le dio una mirada lujuriosa que provocó un intenso sonrojo en el menor.










-¡¡¡¡¡Kaleb!!!!! Eres un....-antes de que Erick dijera algo, su hermano se posesionó de su boca y su lengua exploraba esa dulce cavidad.










































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Sin embargo todo lo bueno tiene fin y su beso no fue la excepción. Cuando se separaron se miraron fijamente. Ese momento parecía mágico y eterno pero un ruido lo despertó de su maravilloso sueño.






El despertador sonaba constantemente y al principio lo ignoró al ver la hora.






-¿6:30 hs? Mmmm-trato de volver a dormir pero el sonido era muy molesto y se levantó a apagarlo-. ¿Para qué lo puse a esta hora? me arruino todo ¡Ah! Es cierto-se acordó porque lo había programado y se dirigió hasta la habitación de Erick.






-Erick......-susurró su nombre y lo sacudió logrando destaparlo un poco.










-Mmmm....no...Aún....es...temprano-se quejó y se dio vuelta volviéndose a tapar.










-Erick.....-se acercó a su frente y le dio un beso.










-¡¡¡¡Kaleb!!!!-se levanto asustado y ruborizado-. ¿Qué haces?










-Sólo te despierto-le sonrió-. Feliz cumpleaños-lo abrazó.










-Lo recordaste-correspondió el abrazo lo más fuerte que pudo-. Gracias.










-Toma-lo aparto y le dio una cajita-. Dijiste que querías esto.










Erick la abrió y vio en su interior se encontraba el collar de su  hermano mayor.






-Pero esto es tuyo-quiso devolvérselo pero Kaleb se lo impidió.










-No te preocupes, está bien-le acaricio el pelo-. ¡Ah! Es cierto-saco de su bolsillo una pequeña navaja-. Por si alguien quiere hacerte daño.










-Pero...-recibió la navaja-. ¿Quién me lastimaría?-










-“Espero que nadie porque sino lo mato” no se....alguien.... Últimamente te has puesto muy lindo-volvió a sonreírle.










-¡¡¡Kaleb!!!-se sonrojó y miró hacia otro lado.










-Me encanta cuando pones esa carita-lo abrazó posesivamente.










-Hermano, basta me…me…. estoy quedando sin aire-trataba de apartarlo.










-De acuerdo, esta bien-se apartó y se dirigió a la puerta pero antes de cruzarla dijo-. Me dieron ganas de hacer un pastel después de que vuelvas del instituto ¿quieres ayudarme?










-Sí, hermano-dijo entusiasmado.










-Hasta más tarde-se marchó a su habitación rogando volver al sueño del que había despertado.










-Kaleb no sabes cuanto te quiero-Erick volvió a dormirse porque aún faltaba una hora para levantarse. Antes de hacerlo guardó la navaja en un cajón de su mesa de luz.






























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-Erick…. despierta Erick-Kaleb lo llamaba.










-Mmmm ¿qué pasa hermano?-dijo refregando sus ojos.










-Me olvidé de un último regalo.










-¿No puedes esperar hasta más tarde? Tengo sueño-dijo haciendo puchero.










-Será solo un momento-insistía.










-Esta bien-se dio vuelta y lo miró a los ojos.










-Feliz cumpleaños numero trece….Erick-acercó sus labios y le dio un dulce beso en los labios.










-¿Kaleb?-el nombrado aprovechó la sorpresa del menor e introdujo su lengua dentro de su boca, explorando cada rincón de una forma casi desesperada.














 Erick estaba sorprendido por el comportamiento de su hermano pero le gustaba. La lengua de su hermano se sentía realmente bien y como pudo le correspondió.


Sus lenguas se entrelazaban de forma frenética como si quisieran fundirse en una sola. Mientras tanto, Kaleb subía a la cama y se posicionaba encima de Erick.


El beso parecía eterno y el mayor aumentaba la intensidad del mismo con sus manos libres que se colaban por debajo del pijama, llegando hasta la entrepierna. Éste se estremeció y dejo escapar un suave gemido que murió en sus bocas.


Cuando finalmente se separaron ambos respiraban jadeantes. Si no fuera que el oxigeno era vital para vivir, hubieran seguido con ese beso que les robaba el aliento y los excitaba con sólo rozarse los labios.










-Espera……esto…… no…… esta…-no pudo seguir hablando. Su hermano había rodeado su hombría con una de sus manos y lo masturbaba con fuerza.










-Erick……-con su mano libre desabotonaba la camisa del pijama de su otouto, al mismo tiempo que besaba su cuello y acariciaba su pecho-. No sabes cuanto tiempo he deseado esto-dejó de besarlo en ese lugar y descendió hasta su pecho atrapando con sus labios esos botones rosas que empezaban a erectarse con el mínimo roce, sin detener el ritmo de la masturbación.










-Ahhh……Kaleb……yo…… yo…… también soñé…… muchas veces…… con…… ahhh…… con esto-gemía dejándose llevar por la pasión de su hermano.


Él siempre lo amo en secreto. En sus comienzos creyó que solo era admiración y respeto, pero con el pasar del tiempo sus sentimientos se volvieron más intensos casi rozando la obsesión. No quería que alguien se acercara ni que hablara amablemente con el por mucho tiempo. Solo quería ser él el único que lo mirara y deseara. Se sentía muy feliz al saber que su hermano lo deseara tanto como él lo hacia.










-Ahhh……Erick……Erick……-su voz se hacia lejana y se distorsionaba.










-Erick despierta, ya es hora de levantarse-era su madre quien lo llamaba.










-Ah ah ah-se despertó agitado y asustado.










-Vamos, debes ir al instituto-le decía Solange dejándole el uniforme recién planchado sobre la cama-. Abajo está el desayuno-se marchó de la habitación.










-''Sólo fue un sueño''-suspiró-. ¿Por qué te deseo de esta forma Kaleb?-se levantó de la cama y descubrió un problema entre sus piernas.






Rápidamente se metió dentro de la ducha para bajar su temperatura pero no daba resultado.






-Maldito Kaleb-mientras el agua caía, Erick recordó lo que había soñado y con mucha pena decidió desahogarse.






Acercaba su mano a su miembro el cual comenzó a masajearlo primero, despacio, recreando la imagen de su aniki tocándolo. Suaves gemidos escapaban de sus labios. Aumentó el ritmo y los suspiros eran cada vez más fuertes y audibles, por lo que, con su mano desocupada, se tapó la boca para que nadie lo escuchara.






A los pocos minutos llegó al orgasmo imaginando que era su hermano mayor quien lo estaba masturbando.






-Ahhhh Kaleb mmmm como deseo que estos sueños se hagan realidad-salió de la ducha y se apresuró en vestirse.






























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Cuando bajó a desayunar vio a su padre hablando con alguien por celular.










-No te preocupes Sebastian tengo todo controlado.










-¿Seguro? Somos socios cualquier problema avísame.










-No te preocupes, nos vemos más tarde-la comunicación había terminado.










-Papá ¿sucede algo?










-No Erick, todo esta bien-Marco hablaba tan tranquilo que logró convencerlo.






Se sentó y comenzó a desayunar.


















-Esto esta delicioso-decía al comer los Wafles.










-¡Ah! mi pequeño Erick feliz cumpleaños-Solange lo besó en el cachete y le dio un regalo.










-Gracias mamá-abrió el paquete. Era un nuevo celular.










-Para que estés comunicado-dijo sonriendo.














Erick terminó de desayunar y se fue rumbo al instituto.






-Me voy yendo.










-Erick, espera-Marco lo llamaba.










-¿Qué sucede?-le miró confundido.










-Feliz cumpleaños-le entregó un sobre-. Cómprate lo que quieras.










-Gracias...-se marcho de su hogar-. “¡Que extraño mi padre nunca me entrego dinero!”.










-Marco querido ¿qué vamos a hacer?-preguntaba angustiada.










-Sólo espero que Kevin nos de más tiempo.










-¿Y si le pedimos ayuda a Sebastian?










-Ya nos ayudo mucho y no quiero comprometerlo en esto.










-Ya veras que todo se solucionara-frotaba su espalda amorosamente.










-Eso espero-suspiró cansado.


































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Mientras tanto en la casa Duchon, Sebastian acababa de terminar de hacer el desayuno y se lo llevaba a su hijo Yamil.










-De seguro esta durmiendo como siempre-al contrario de lo que pensaba, Yamil estaba levantado y se encontraba quitándose el pijama.






Seabstian se quedó observando como su hijo se desnudaba ante sus ojos. Trato de no hacer ruido para que no se diera cuenta de que estaba ahí y de esa forma siguiera.






Sin embargo, Yamil sabía que su padre estaba detrás de él y se quito sus ropas lentamente haciéndolo sufrir. Le encantaba provocar a su padre de esa manera. Él deseaba con todo el corazón que se le tirara encima, lo tomara y lo castigara por sus atrevimientos. Pero, como de costumbre, Sebastian no hizo nada y Yamil ya se había cambiado.










-Papá ¿qué haces ahí?-le hablaba dándole la espalda.










-Te traje el desayuno…. ¡qué raro que estés levantado tan temprano!-se adentraba en su habitación con una charola que dejó en la mesa de luz.










-¡Ah! Es que hoy es el cumpleaños deErick y le prometí a Samantha que iba a acompañarla a comprarle algo-le explicaba mientras comía una tostada-. Papá ¿no hay ramen?










-Tanto ramen de desayuno te hará daño “así que fue por Erick”-Sebastian se entristecía.










- ¿Pasa algo?-le miraba extrañado.










-No pasa nada es….es sólo que tu…tu madre se fue a comprar algo y todavía no regresa-hablo atropelladamente para que Yamil no se diera cuenta de sus sentimientos.










-¡Ah! Pero no te preocupes, ya va a venir, sabes como es ella “como siempre se preocupa por ella teniéndome a mi tan cerca”-él no sospechaba que en realidad ambos sentían lo mismo el uno por el otro-. Me tengo que ir, nos vemos-salió de su habitación.














Al oír el ruido de la puerta cerrada se acercó al pijama de su hijo, lo tomó entre sus mano y aspiró su esencia.






-Yamil, un día de estos no voy a poder contenerme ¿por qué me provocas tanto?






























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Eran las 10:30 de la mañana y Kaleb salía presuroso de su hogar, si no se apuraba llegaría tarde al trabajo.






Tuvo que volverse porque se había olvidado un libro de la universidad, luego del trabajo tendría un examen muy importante. Estaba por entrar cuando escuchó a sus padres discutiendo desesperadamente con un desconocido.










-Por favor Geriko, dígale a Kevin que apenas tengamos el dinero se lo daremos-Solange estaba rogándole.










- “¿Geriko? Pero él es el líder de Amanecer, el hotel donde yo trabajo como recepcionista”.










-Saben muy bien que su plazo se ha agotado, no tienen otra opción-les advertía.










-Pero no podemos hacerle eso a nuestro hijos.... Erick tiene apenas trece años.










-Con esa edad vale el triple, más aún si es virgen, recuerden que no les conviene hacerme enojar.










-¿Y si se rehúsan?










-Tendrán que obligarlos, son inteligentes seguramente se le ocurrirá algo, vendré mas tarde-Geriko salió del lugar y se cruzo con Kaleb-. Los niños no deberían escuchar las conversaciones ajenas.






No le presto atención, sin embargo esa conversación lo estaba poniendo nervioso, más aún si se trataba de lo que pensaba.










-Ustedes-apenas entró, llamó la atención de sus padres-. ¿De qué hablaban con ese sujeto?










Marco vacilaba, no quería hablarle a su hijo sobre eso pero se acercó.






-A partir de hoy, tú y Erick venderán su cuerpo para nosotros-le habló con el tono más intimidante










-¿Qué?-no podía creer lo que escuchaba.










-Tenemos una gran deuda y si no la pagamos nos mataran-Solange hablaba muy nerviosa.










-¿Y ustedes piensan que yo voy a permitir que nos hagan esto a Erick y a mi? Me largo-se dirigía a su habitación cuando su padre lo detuvo tomándole del brazo.










-Si te vas o haces algo para impedir lo que planeamos, Erick sufrirá las consecuencias.






-¿A qué te refieres?










-Si morimos, moriremos todos-le dio un ultimátum que puso nervioso a Kaleb.










-¡¡¡¡¡¡¡NI SE LES OCURRA TOCAR A ERICK!!!!!!!










-Entonces harás lo que te digamos-el joven le costaba creer que lo estuvieran amenazando con lo mas valioso que el tenia-. No querrás que tu hermanito salga lastimado ¿o si?-esa ultima provocación lo hizo reaccionar y cometer el acto más bajo y humillante que pudiera existir.










-Esta bien, haré lo que ustedes digan.










-De acuerdo.










-Pero…- tenía condiciones-. De la mayoría de los clientes me encargaré yo “sólo por ti, Erick”-dijo resignado.










-Perfecto, esta noche empezarán-se mantuvo un momento en silencio-. Ambos-sentencio.














Ese fue el inicio del infierno en vida que tuvieron que sufrir los hermanos Navarro. A Kaleb, cuando aceptó lo que le habían impuesto, nunca se le hubiera imaginado lo que ocurriría esa noche.

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