Capítulo 3
Amanecer Apart Hotel.
Uno de los más importantes de todo Japón. Su dueño, Kevin Cezanelli, es un empresario exitoso y de buena reputación. Sin embargo todo es una fachada. Este imponente hombre es uno de los líderes de la mafia que controla el país. Actualmente está en guerra con otro clan mafioso, los Ledezma, ellos se esconden detrás de Instituto Aoi y del hospital de Temptress. El líder llamado Elian a junto con su hermano Mariano, el segundo al mando, lideran uno de los clanes más poderosos y peligrosos. Pero no es de ellos de los que estamos hablando ahora sino de cierto hombre que trabaja en este hotel como recepcionista. Kaleb Navarro Cezanelli. El hermano mayor de Erick.
-Gracias por usar nuestras habitaciones-Les entregaba la tarjeta de su habitación a una pareja de recién casados quienes la tomaron y se retiraron-. Que su estadía sea grata-decía con tono cansado.
-Trabajas duro Kaleb ¿no?-su compañero de rubios cabellos le hablaba con tono irónico.
-...-Kaleb se mantuvo en silencio Tenía muchas cosas en la cabeza como para hacerle caso.
-¡Huy! ¡Qué silencio! ¿El orgullo Navarro está por lo suelos o qué?-seguía con su tono irónico, normalmente con eso le hacía caso pero al no haber respuesta utilizó su última carta-. Bueno... ¡qué te den, Kaleb!
-...-lo último no lo escuchó. Se encontraba ausente con respecto a su alrededor.
Demian se estaba preocupando.
-¿Qué sucede? ¿Kaleb?-le sacudió pero el pelinegro seguía sin hablar-. Si es una broma, detente. No me gusta para nada tu actitud.
-Demian-al fin habló, necesitaba contarle a alguien lo que estaba pasando-. Yo...
-Kaleb, Geriko te está llamando-Karina, una mujer hermosa de cabellos rubios y ojos mieles, secretaría de Geriko, interrumpió la conversación-. Al parecer es urgente-después de informar al empleado se marchó.
-...-sin decir palabras, se dirigió a la oficina de su jefe.
Demian lo vio con ese dejo de abandono y no pudo evitar la curiosidad.
Lo siguió y se colocó detrás de la puerta. Mientras trataba de escuchar algo, se le acercó su pelirojo compañero.
-Demian ¿qué estás haciendo?
-Superior Rafael-al verse descubierto, lo único que se le vino a la mente fue hacer a su amigo cómplice de lo que estaba haciendo-. Shhh déjeme oír-puso su oreja encima de la puerta.
-Estamos espiando pero ¿para qué o por qué?-el tono de Rafael era muy fuerte.
-Shhh, has silencio-el rubio no quería que los descubrieran con las manos en la masa.
Al ver de cerca a su amigo no pudo evitar preguntar lo que hace muchos años quería que pasara.
-Demian….¿existe la posibilidad de que algún día seamos más que amigos?
Demian enrojeció por completo.
-"¡¿Cómo se le ocurre hablar de eso ahora?!" todos son iguales, ahora déjeme oír, después hablamos de eso- pero aunque no quiera admitirlo, a él también le gustaba la idea.
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-¿Me llamaba?-hacía una pequeña reverencia sólo por respeto al ser su superior porque desde que lo vio salir de su hogar tenía ganas de romperle la cara.
-Así es Kaleb, quería preguntarte ¿hace cuánto que trabajas aquí?-hablaba mientras revisaba unas hojas que tenía sobre el escritorio.
-2 años ¿a qué viene la pregunta?-lo miraba desconfiado.
-Mmmm-dejó las hojas a un lado y lo miró fijamente-. ¿No crees de qué ya es hora de que te esfuerces por un aumento?-la mirada de Geriko era de lujuria-. No sólo de dinero sino también de posición.
-No entiendo de lo que está hablando, mi trabajo es impecable como siempre-lo miró retadoramente-. No hace falta esforzarme más.
-Mmmm-se aproximó a Kaleb lo suficientemente cerca para decirle al oído-. Después de todo hoy en la noche obligadamente vas a cumplir mis deseos en la cama ¿por qué no hacer más rápido el proceso? Así de paso te ves beneficiado-puso un dedo sobre el pecho de su empleado, lo subía y lo bajaba delineando los músculos del menor por encima de la camisa de trabajo-. ¿Qué dices? ¿Aceptas o no?
-Usted mismo lo dijo-apartó el dedo que estaba sobre él-. Está noche podrá hacer lo que se le venga en gana, yo no mezclo el trabajo con lo personal-se dio vuelta con intenciones de irse-. Hasta entonces, ya terminó mi turno y no tengo porque estar aquí-salió de la habitación.
-Eres indomable-pasó su lengua por sus labios-. Ahora me atraes mucho más, mi querido Kaleb-volvió a su escritorio a seguir con su trabajo.
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Se alistaba para ir a la universidad de medicina, donde dicho sea de paso, está estudiando para ser médico y poder irse de su casa. En ese momento sus compañeros se le acercaron.
-¿Cómo es eso de que te vas a acostar con el jefe hoy en la noche? Explícanos-Rafael aún no entendía lo que acaba de oír.
-...-Kaleb cerró su mochila y se estaba marchando cuando Demian lo detuvo del brazo.
-No te iras hasta que nos digas que está pasando.
-No puedo perder más tiempo-se apartó con brusquedad-. Tengo muchas cosas importantes que hacer-sin más se fue del hotel.
-Esto no me gusta nada-decía Demian al mismo tiempo que Kaleb cruzaba el umbral de la puerta principal.
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El resto del día en la universidad fue normal. Tuvo el dichoso examen el cual respondió las preguntas sin problemas.
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Las nueve de la noche. Aún faltaba una hora para llegar a su hogar, cuando vio su reloj se dio cuenta que su hermanito debía estar indefenso en su casa. Trató de apresurarse, tenía miedo de lo que podría pasar cuando llegara.
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Erick descansaba en su cama, ya eran las nueve y su hermano aún no llegaba. Para matar la ansiedad decidió dormir un poco para pasar el tiempo. En dos horas más debían irse a la reunión en la casa del idiota de su amigo y quería hacer el pastel con Kaleb antes de partir, por lo que la espera se le había hecho eterna y del cansancio, se quedó dormido en su cama con su uniforme de instituto aún puesto.
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A las diez, personas indeseables llegaron al hogar de Erick.
-Solange ya es hora de que sus hijos trabajen-Geriko le hablaba con frialdad-. Le traje un cliente para Erick.
-Buenas noches-se trataba de un hombre con ojos amarillentos parecidos a los de una serpiente.
-''Dios por favor, ayuda a Erick'' sí claro, Erick está arriba pero Kaleb aún no llega-trataba de hacer tiempo, en el fondo de su ser no quería que tocarán a su retoño-. “Tal vez si Kaleb llega pronto, podemos evitarle un sufrimiento mayor”.
-De eso no se preocupe, yo esperare a Kaleb mientras...-le dirigía la palabra al otro hombre a su lado-. Ve, sube las escaleras, tercera puerta a la izquierda, de color azul, si es como su hermano deberás domarlo.
-No será ningún problema-pasó su lengua por sus labios de una forma asquerosa-. Me encantan los difíciles-subió las escaleras y se adentró en la habitación del menor al mismo tiempo que Kaleb llegaba.
Cuando vio sólo a Geriko sonriendo lo comprendió. Había llegado demasiado tarde.
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-Erick-kun-el asqueroso hombre le hablaba en el oído-. Despierta es hora de que cumplas con tu trabajo-mientras su lengua humedecía la mejilla del menor.
Erick se despertó perturbado.
-"Esa voz no es la de Kaleb"-cuando vio que era un desconocido, los gritos resonaron por la habitación. Pedía ayuda pero nadie lo escuchaba y la desesperación se reflejaba en las lágrimas que caían por sus oscuros ojos-. ¡Suélteme!-forcejeaba para liberarse ya que poco a poco lo iba despojando de su ropa.
-Erick eres muy lindo ¿Me recuerdas?-lo tenía sujeto de las muñecas.
-¿Padre Salazar?….pero ¿por qué?...-lo miraba con desilusión.
-Es una gran oportunidad, siempre quise hacerte esto…-le confesaba mientras su lasciva lengua recorría el pecho del azabache, mordiendo algunas partes de la blanca piel dejándole varios moretones.
-¡¿Qué?! ¡No! ¡Basta, déjeme!-Erick lloraba-. "No quiero hacer esto, Hermano ¿por qué no me escuchas?".
-El que llores me excita más-junto sus labios e introdujo violentamente su lengua. Erick se ahogaba y en un intento desesperado por huir le mordió lo que provocó una inmensa ira en Dante-. Cometiste un gran error-lo abofeteo logrando lastimarle el rostro. Erick permaneció estático por el golpe y el cliente aprovechó para voltearlo-. Pensaba ser tierno pero ahora sentirás el infierno-se adentró sin contemplación en el cuerpo del menor, arrancándole un agudo grito de dolor-. Grita Erick grita, me encanta que lo hagas-Erick sentía que se desgarraba por dentro.
-¡¡Deténgase...maldito...Basta!!-por más que le gritaba, su cliente no se detenía y arremetía con más fuerza, lastimándolo, logrando un abundante sangrado que aumento aun más el placer del victimario.
-Ahhh Erick- eres tan delicioso-mordió el lóbulo de su oreja-. ¿Sabes? Todo lo que te esta sucediendo es por tu culpa, por ser tan irresistible, por ser tan violable-Dante jadeaba en su oído.
Erick sentía que su fuerza desaparecía, toda su vista se le nublaba y no distinguía nada de su alrededor.
-¡¡Kaleb!!- antes de desfallecer gritó el nombre de su hermano en un inconsciente último intento para que lo ayudara
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-¡Erick!-se levantó de su lecho con rumbo a la habitación de su hermano pero Geriko lo detuvo.
-¿A dónde crees que vas? Recuerda que debes complacerme-Kaleb deseaba morir por no poder ayudar a su hermanito, se sentía impotente. Anhelaba matar al hombre que se atrevió a hacerle tanto daño-. Ya sabes lo que ocurrirá si no lo haces-Sin embargo si no cumplía su deber, Erick moriría y él no quería perderlo. Por lo tanto mordió sus labios hasta hacerlos sangrar por la frustración-. Ven aquí Kaleb, aún falta lo mejor-volvió a la cama y se acostó cerca de su cliente-. Ponte en cuatro-le obedeció.
-"En cuanto termine iré a verte Erick"-ya no escuchaba la voz de su hermanito, tan sólo oía unos débiles jadeos.
-Esto dolerá un poco-humedeció tres de sus dedos con su saliva y fue introduciéndolos en la entrada del menor.
-“Esto es muy incómodo, pero tú debiste haber sentido algo peor ¿no, hermanito?”-cuando ya estuvo lo suficientemente preparado, Geriko introdujo su miembro en era cavidad provocando un quejido a su dueño.
-Ahhh Kaleb eres tan estrecho mmm aprietas muy rico-Geriko jadeaba y gemía en su oído. Las estocadas eran fuertes y constantes pero Kaleb sólo sentía asco nada más que eso. Cuando al fin todo terminó salió del interior y lentamente fue vistiéndose mientras le hablaba-Kaleb, fue un verdadero placer adentrarme en ti y al parecer tu hermanito es igual de delicioso que tú-le miró con rencor-. Me encanta esa mirada, dan ganas de domarte, lamentablemente mi turno terminó pero no te preocupes volveré pronto-lamió su espalda y se retiró de la habitación.
Kaleb deseaba ver como se encontraba su hermanito así que se vistió rápidamente.
A los pocos minutos sus padres irrumpieron en su habitación.
-Lo han echo muy bien Kaleb, nos dejaron mucho dinero-Marco mostraba orgulloso el fajo de dólares en su mano.
-Nosotros ya nos vamos a la reunión, también felicita a Erick de nuestra parte-Solange le sonreía-. Hasta mañana Kaleb-en cuanto oyó la puerta principal cerrarse, corrió hasta la habitación de su hermanito.
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Pocos minutos luego de la violación, el menor recobró la conciencia y al no ver a aquel hombre se sintió un poco más tranquilo. Intentó levantarse pero el dolor lo obligo a acostarse nuevamente, mientras recordaba los sucesos de hace unos momentos. Sentía asco de sí mismo y unas infinitas ganas de deshacerse de su propia existencia se concentraron.
-¿Por qué dejé que me tocarán? ¿Por qué?-Era impuro y lo sabía-. Te amo Kaleb, pero me tocaron…me tocaron-aún así seguía deseándolo y eso le provoco una angustia terrible.
En un acto de inconciencia extrajo la navaja que su hermano le había regalado y estaba por cortarse las venas con ella, pero el destino trajo a su hermano a tiempo para detenerlo.
-¡¡Erick!! ¡¡No!! ¡¿Qué haces?!-le quitó la navaja de las manos y lo abrazó.
-Hermano…déjame morir, por favor déjame morir-Erick no paraba de derramar lágrimas. Esa imagen rompió en dos el corazón de Kaleb. Mientras lo tenía entre sus brazos pudo notar que el cuerpo de su Erick no sólo estaba cubierto de sangre y semen sino que también se encontraba rasguñado, mordido y golpeado-. No me toques Kaleb puedes ensuciarte, estoy sucio, no merezco vivir.
-No digas eso, si tú mueres yo también-una inmensa irá se adueñó de él al ver el sufrimiento de su hermano por culpa de ese desgraciado.
-No, una persona tan pura como tú no merece morir, yo sí, estoy sucio ¡no quiero vivir más!-al escucharlo, Kaleb comenzó a llorar a la par de su hermano.
-Yo también…-al ver la cara de confusión trató de explicarle- Nuestros padres están vendiendo nuestros cuerpos, yo...accedí a esto para que no te lastimaran pero...-más lágrimas fluían del rostro de Kaleb-. Perdóname, no quise que esto te pasara, perdóname-abrazó con mas fuerza el cuerpo de su hermanito. Tenía miedo de la reacción de Erick.
-Kaleb...-no podía creer lo que estaba escuchando-. "¿Nuestros padres son los culpables? ¿Por qué? ¿Qué hicimos para merecer esto?" Yo soy el que tiene que pedir perdón, siempre pensando en mi y no me di cuenta que sufrías mucho más que yo, merezco la muerte por ser tan egoísta-correspondió el abrazo con la misma fuerza.
-Erick no te suicides por favor, no quiero perderte-lo obligó a mirarlo a los ojos-. Te amo Erick, mucho más que a mi vida-entre los labios semiabiertos del menor Kaleb posó los suyos. Al principio fue lento para que su hermanito no se asustara.
-"Mi hermano me está besando, lo he deseado por tanto tiempo que si es un sueño no quiero despertar"-lentamente le fue correspondiendo. Sus labios se movían tímidamente mientras el rubor en sus mejillas iba en aumento potenciado por el hecho de encontrarse desnudo. Kaleb avanzó un poco más metiendo su lengua, degustando el dulce sabor de esa boquita con la que tanto había soñado. Se separaron cuando el aire se hizo necesario pero instantáneamente sus labios volvieron a unirse y entre beso y beso, Erick le respondió-. Yo también te amo pero somos hermanos, esto...
-Estuve torturándome por años, tratando de borrar lo que siente mi corazón-cerró los ojos recordando el dolor que tuvo que soportar por tantos años-. Pero no pude Erick...sé que está mal...sé que compartimos la sangre pero nos amamos...yo te amo hasta el límite de mi ser-volvía a besarlo, está vez descendiendo, llegando hasta su cuello, lamiéndolo, probando la tersa piel de su hermano.
-Ahhh Kaleb "él siente lo mismo que yo...obtuve lo que más quería. El mundo puede acabarse mañana, no me importa"-Erick gemía en su oído mientras sus manos desordenaban el cabello de Kaleb-. Ahhh ¿es un pecado tan grande amarte? ¿Por eso dios nos castiga? ¿Por eso nuestros padres nos obligan a esto?
-No digas eso nunca-tomó el rostro de Erick entre sus manos y lo miró a los ojos-. Lo que sentimos es hermoso-lo abrazó-. Escúchame, no sé cuanto tiempo estaremos haciendo esto pero...cada vez que alguien te toque...imagina que soy yo y así lo superaremos-sin darle tiempo a responder volvió a lamer su cuello descendiendo todavía más besando los golpes que inundaban el pecho del menor-. Borraré estas marcas con mis besos.
-Ahhh Kaleb-Erick se estaba rindiendo ante esas atenciones y cerró los ojos, disfrutando del momento.
-Eres tan lindo, Erick-esas palabras hicieron reaccionar al azabache, haciéndole recordar la violación.
-¡¡No!!-lo apartó con brusquedad y se levantó de su cama. Quiso correr pero a los pocos pasos se desmayó golpeándose la cabeza contra el suelo, quedando inconciente.
-¡¡Erick!!-corrió hasta su hermano. Quería levantarlo pero el cuerpo de Erick se encontraba blando, frío y muy pálido-. Resiste por favor-con su celular marcó el número de emergencias-. Mándenme una ambulancia, mi hermano se desmayó, se golpeó la cabeza ¡vengan ya!-Kaleb estaba desesperado y Erick se ponía aún más frío-. ¡¡Erick!!-lo abrazó con fuerza mientras lloraba desconsoladamente.
Amanecer Apart Hotel.
Uno de los más importantes de todo Japón. Su dueño, Kevin Cezanelli, es un empresario exitoso y de buena reputación. Sin embargo todo es una fachada. Este imponente hombre es uno de los líderes de la mafia que controla el país. Actualmente está en guerra con otro clan mafioso, los Ledezma, ellos se esconden detrás de Instituto Aoi y del hospital de Temptress. El líder llamado Elian a junto con su hermano Mariano, el segundo al mando, lideran uno de los clanes más poderosos y peligrosos. Pero no es de ellos de los que estamos hablando ahora sino de cierto hombre que trabaja en este hotel como recepcionista. Kaleb Navarro Cezanelli. El hermano mayor de Erick.
-Gracias por usar nuestras habitaciones-Les entregaba la tarjeta de su habitación a una pareja de recién casados quienes la tomaron y se retiraron-. Que su estadía sea grata-decía con tono cansado.
-Trabajas duro Kaleb ¿no?-su compañero de rubios cabellos le hablaba con tono irónico.
-...-Kaleb se mantuvo en silencio Tenía muchas cosas en la cabeza como para hacerle caso.
-¡Huy! ¡Qué silencio! ¿El orgullo Navarro está por lo suelos o qué?-seguía con su tono irónico, normalmente con eso le hacía caso pero al no haber respuesta utilizó su última carta-. Bueno... ¡qué te den, Kaleb!
-...-lo último no lo escuchó. Se encontraba ausente con respecto a su alrededor.
Demian se estaba preocupando.
-¿Qué sucede? ¿Kaleb?-le sacudió pero el pelinegro seguía sin hablar-. Si es una broma, detente. No me gusta para nada tu actitud.
-Demian-al fin habló, necesitaba contarle a alguien lo que estaba pasando-. Yo...
-Kaleb, Geriko te está llamando-Karina, una mujer hermosa de cabellos rubios y ojos mieles, secretaría de Geriko, interrumpió la conversación-. Al parecer es urgente-después de informar al empleado se marchó.
-...-sin decir palabras, se dirigió a la oficina de su jefe.
Demian lo vio con ese dejo de abandono y no pudo evitar la curiosidad.
Lo siguió y se colocó detrás de la puerta. Mientras trataba de escuchar algo, se le acercó su pelirojo compañero.
-Demian ¿qué estás haciendo?
-Superior Rafael-al verse descubierto, lo único que se le vino a la mente fue hacer a su amigo cómplice de lo que estaba haciendo-. Shhh déjeme oír-puso su oreja encima de la puerta.
-Estamos espiando pero ¿para qué o por qué?-el tono de Rafael era muy fuerte.
-Shhh, has silencio-el rubio no quería que los descubrieran con las manos en la masa.
Al ver de cerca a su amigo no pudo evitar preguntar lo que hace muchos años quería que pasara.
-Demian….¿existe la posibilidad de que algún día seamos más que amigos?
Demian enrojeció por completo.
-"¡¿Cómo se le ocurre hablar de eso ahora?!" todos son iguales, ahora déjeme oír, después hablamos de eso- pero aunque no quiera admitirlo, a él también le gustaba la idea.
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-¿Me llamaba?-hacía una pequeña reverencia sólo por respeto al ser su superior porque desde que lo vio salir de su hogar tenía ganas de romperle la cara.
-Así es Kaleb, quería preguntarte ¿hace cuánto que trabajas aquí?-hablaba mientras revisaba unas hojas que tenía sobre el escritorio.
-2 años ¿a qué viene la pregunta?-lo miraba desconfiado.
-Mmmm-dejó las hojas a un lado y lo miró fijamente-. ¿No crees de qué ya es hora de que te esfuerces por un aumento?-la mirada de Geriko era de lujuria-. No sólo de dinero sino también de posición.
-No entiendo de lo que está hablando, mi trabajo es impecable como siempre-lo miró retadoramente-. No hace falta esforzarme más.
-Mmmm-se aproximó a Kaleb lo suficientemente cerca para decirle al oído-. Después de todo hoy en la noche obligadamente vas a cumplir mis deseos en la cama ¿por qué no hacer más rápido el proceso? Así de paso te ves beneficiado-puso un dedo sobre el pecho de su empleado, lo subía y lo bajaba delineando los músculos del menor por encima de la camisa de trabajo-. ¿Qué dices? ¿Aceptas o no?
-Usted mismo lo dijo-apartó el dedo que estaba sobre él-. Está noche podrá hacer lo que se le venga en gana, yo no mezclo el trabajo con lo personal-se dio vuelta con intenciones de irse-. Hasta entonces, ya terminó mi turno y no tengo porque estar aquí-salió de la habitación.
-Eres indomable-pasó su lengua por sus labios-. Ahora me atraes mucho más, mi querido Kaleb-volvió a su escritorio a seguir con su trabajo.
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Se alistaba para ir a la universidad de medicina, donde dicho sea de paso, está estudiando para ser médico y poder irse de su casa. En ese momento sus compañeros se le acercaron.
-¿Cómo es eso de que te vas a acostar con el jefe hoy en la noche? Explícanos-Rafael aún no entendía lo que acaba de oír.
-...-Kaleb cerró su mochila y se estaba marchando cuando Demian lo detuvo del brazo.
-No te iras hasta que nos digas que está pasando.
-No puedo perder más tiempo-se apartó con brusquedad-. Tengo muchas cosas importantes que hacer-sin más se fue del hotel.
-Esto no me gusta nada-decía Demian al mismo tiempo que Kaleb cruzaba el umbral de la puerta principal.
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El resto del día en la universidad fue normal. Tuvo el dichoso examen el cual respondió las preguntas sin problemas.
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Las nueve de la noche. Aún faltaba una hora para llegar a su hogar, cuando vio su reloj se dio cuenta que su hermanito debía estar indefenso en su casa. Trató de apresurarse, tenía miedo de lo que podría pasar cuando llegara.
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Erick descansaba en su cama, ya eran las nueve y su hermano aún no llegaba. Para matar la ansiedad decidió dormir un poco para pasar el tiempo. En dos horas más debían irse a la reunión en la casa del idiota de su amigo y quería hacer el pastel con Kaleb antes de partir, por lo que la espera se le había hecho eterna y del cansancio, se quedó dormido en su cama con su uniforme de instituto aún puesto.
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A las diez, personas indeseables llegaron al hogar de Erick.
-Solange ya es hora de que sus hijos trabajen-Geriko le hablaba con frialdad-. Le traje un cliente para Erick.
-Buenas noches-se trataba de un hombre con ojos amarillentos parecidos a los de una serpiente.
-''Dios por favor, ayuda a Erick'' sí claro, Erick está arriba pero Kaleb aún no llega-trataba de hacer tiempo, en el fondo de su ser no quería que tocarán a su retoño-. “Tal vez si Kaleb llega pronto, podemos evitarle un sufrimiento mayor”.
-De eso no se preocupe, yo esperare a Kaleb mientras...-le dirigía la palabra al otro hombre a su lado-. Ve, sube las escaleras, tercera puerta a la izquierda, de color azul, si es como su hermano deberás domarlo.
-No será ningún problema-pasó su lengua por sus labios de una forma asquerosa-. Me encantan los difíciles-subió las escaleras y se adentró en la habitación del menor al mismo tiempo que Kaleb llegaba.
Cuando vio sólo a Geriko sonriendo lo comprendió. Había llegado demasiado tarde.
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-Erick-kun-el asqueroso hombre le hablaba en el oído-. Despierta es hora de que cumplas con tu trabajo-mientras su lengua humedecía la mejilla del menor.
Erick se despertó perturbado.
-"Esa voz no es la de Kaleb"-cuando vio que era un desconocido, los gritos resonaron por la habitación. Pedía ayuda pero nadie lo escuchaba y la desesperación se reflejaba en las lágrimas que caían por sus oscuros ojos-. ¡Suélteme!-forcejeaba para liberarse ya que poco a poco lo iba despojando de su ropa.
-Erick eres muy lindo ¿Me recuerdas?-lo tenía sujeto de las muñecas.
-¿Padre Salazar?….pero ¿por qué?...-lo miraba con desilusión.
-Es una gran oportunidad, siempre quise hacerte esto…-le confesaba mientras su lasciva lengua recorría el pecho del azabache, mordiendo algunas partes de la blanca piel dejándole varios moretones.
-¡¿Qué?! ¡No! ¡Basta, déjeme!-Erick lloraba-. "No quiero hacer esto, Hermano ¿por qué no me escuchas?".
-El que llores me excita más-junto sus labios e introdujo violentamente su lengua. Erick se ahogaba y en un intento desesperado por huir le mordió lo que provocó una inmensa ira en Dante-. Cometiste un gran error-lo abofeteo logrando lastimarle el rostro. Erick permaneció estático por el golpe y el cliente aprovechó para voltearlo-. Pensaba ser tierno pero ahora sentirás el infierno-se adentró sin contemplación en el cuerpo del menor, arrancándole un agudo grito de dolor-. Grita Erick grita, me encanta que lo hagas-Erick sentía que se desgarraba por dentro.
-¡¡Deténgase...maldito...Basta!!-por más que le gritaba, su cliente no se detenía y arremetía con más fuerza, lastimándolo, logrando un abundante sangrado que aumento aun más el placer del victimario.
-Ahhh Erick- eres tan delicioso-mordió el lóbulo de su oreja-. ¿Sabes? Todo lo que te esta sucediendo es por tu culpa, por ser tan irresistible, por ser tan violable-Dante jadeaba en su oído.
Erick sentía que su fuerza desaparecía, toda su vista se le nublaba y no distinguía nada de su alrededor.
-¡¡Kaleb!!- antes de desfallecer gritó el nombre de su hermano en un inconsciente último intento para que lo ayudara
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-¡Erick!-se levantó de su lecho con rumbo a la habitación de su hermano pero Geriko lo detuvo.
-¿A dónde crees que vas? Recuerda que debes complacerme-Kaleb deseaba morir por no poder ayudar a su hermanito, se sentía impotente. Anhelaba matar al hombre que se atrevió a hacerle tanto daño-. Ya sabes lo que ocurrirá si no lo haces-Sin embargo si no cumplía su deber, Erick moriría y él no quería perderlo. Por lo tanto mordió sus labios hasta hacerlos sangrar por la frustración-. Ven aquí Kaleb, aún falta lo mejor-volvió a la cama y se acostó cerca de su cliente-. Ponte en cuatro-le obedeció.
-"En cuanto termine iré a verte Erick"-ya no escuchaba la voz de su hermanito, tan sólo oía unos débiles jadeos.
-Esto dolerá un poco-humedeció tres de sus dedos con su saliva y fue introduciéndolos en la entrada del menor.
-“Esto es muy incómodo, pero tú debiste haber sentido algo peor ¿no, hermanito?”-cuando ya estuvo lo suficientemente preparado, Geriko introdujo su miembro en era cavidad provocando un quejido a su dueño.
-Ahhh Kaleb eres tan estrecho mmm aprietas muy rico-Geriko jadeaba y gemía en su oído. Las estocadas eran fuertes y constantes pero Kaleb sólo sentía asco nada más que eso. Cuando al fin todo terminó salió del interior y lentamente fue vistiéndose mientras le hablaba-Kaleb, fue un verdadero placer adentrarme en ti y al parecer tu hermanito es igual de delicioso que tú-le miró con rencor-. Me encanta esa mirada, dan ganas de domarte, lamentablemente mi turno terminó pero no te preocupes volveré pronto-lamió su espalda y se retiró de la habitación.
Kaleb deseaba ver como se encontraba su hermanito así que se vistió rápidamente.
A los pocos minutos sus padres irrumpieron en su habitación.
-Lo han echo muy bien Kaleb, nos dejaron mucho dinero-Marco mostraba orgulloso el fajo de dólares en su mano.
-Nosotros ya nos vamos a la reunión, también felicita a Erick de nuestra parte-Solange le sonreía-. Hasta mañana Kaleb-en cuanto oyó la puerta principal cerrarse, corrió hasta la habitación de su hermanito.
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Pocos minutos luego de la violación, el menor recobró la conciencia y al no ver a aquel hombre se sintió un poco más tranquilo. Intentó levantarse pero el dolor lo obligo a acostarse nuevamente, mientras recordaba los sucesos de hace unos momentos. Sentía asco de sí mismo y unas infinitas ganas de deshacerse de su propia existencia se concentraron.
-¿Por qué dejé que me tocarán? ¿Por qué?-Era impuro y lo sabía-. Te amo Kaleb, pero me tocaron…me tocaron-aún así seguía deseándolo y eso le provoco una angustia terrible.
En un acto de inconciencia extrajo la navaja que su hermano le había regalado y estaba por cortarse las venas con ella, pero el destino trajo a su hermano a tiempo para detenerlo.
-¡¡Erick!! ¡¡No!! ¡¿Qué haces?!-le quitó la navaja de las manos y lo abrazó.
-Hermano…déjame morir, por favor déjame morir-Erick no paraba de derramar lágrimas. Esa imagen rompió en dos el corazón de Kaleb. Mientras lo tenía entre sus brazos pudo notar que el cuerpo de su Erick no sólo estaba cubierto de sangre y semen sino que también se encontraba rasguñado, mordido y golpeado-. No me toques Kaleb puedes ensuciarte, estoy sucio, no merezco vivir.
-No digas eso, si tú mueres yo también-una inmensa irá se adueñó de él al ver el sufrimiento de su hermano por culpa de ese desgraciado.
-No, una persona tan pura como tú no merece morir, yo sí, estoy sucio ¡no quiero vivir más!-al escucharlo, Kaleb comenzó a llorar a la par de su hermano.
-Yo también…-al ver la cara de confusión trató de explicarle- Nuestros padres están vendiendo nuestros cuerpos, yo...accedí a esto para que no te lastimaran pero...-más lágrimas fluían del rostro de Kaleb-. Perdóname, no quise que esto te pasara, perdóname-abrazó con mas fuerza el cuerpo de su hermanito. Tenía miedo de la reacción de Erick.
-Kaleb...-no podía creer lo que estaba escuchando-. "¿Nuestros padres son los culpables? ¿Por qué? ¿Qué hicimos para merecer esto?" Yo soy el que tiene que pedir perdón, siempre pensando en mi y no me di cuenta que sufrías mucho más que yo, merezco la muerte por ser tan egoísta-correspondió el abrazo con la misma fuerza.
-Erick no te suicides por favor, no quiero perderte-lo obligó a mirarlo a los ojos-. Te amo Erick, mucho más que a mi vida-entre los labios semiabiertos del menor Kaleb posó los suyos. Al principio fue lento para que su hermanito no se asustara.
-"Mi hermano me está besando, lo he deseado por tanto tiempo que si es un sueño no quiero despertar"-lentamente le fue correspondiendo. Sus labios se movían tímidamente mientras el rubor en sus mejillas iba en aumento potenciado por el hecho de encontrarse desnudo. Kaleb avanzó un poco más metiendo su lengua, degustando el dulce sabor de esa boquita con la que tanto había soñado. Se separaron cuando el aire se hizo necesario pero instantáneamente sus labios volvieron a unirse y entre beso y beso, Erick le respondió-. Yo también te amo pero somos hermanos, esto...
-Estuve torturándome por años, tratando de borrar lo que siente mi corazón-cerró los ojos recordando el dolor que tuvo que soportar por tantos años-. Pero no pude Erick...sé que está mal...sé que compartimos la sangre pero nos amamos...yo te amo hasta el límite de mi ser-volvía a besarlo, está vez descendiendo, llegando hasta su cuello, lamiéndolo, probando la tersa piel de su hermano.
-Ahhh Kaleb "él siente lo mismo que yo...obtuve lo que más quería. El mundo puede acabarse mañana, no me importa"-Erick gemía en su oído mientras sus manos desordenaban el cabello de Kaleb-. Ahhh ¿es un pecado tan grande amarte? ¿Por eso dios nos castiga? ¿Por eso nuestros padres nos obligan a esto?
-No digas eso nunca-tomó el rostro de Erick entre sus manos y lo miró a los ojos-. Lo que sentimos es hermoso-lo abrazó-. Escúchame, no sé cuanto tiempo estaremos haciendo esto pero...cada vez que alguien te toque...imagina que soy yo y así lo superaremos-sin darle tiempo a responder volvió a lamer su cuello descendiendo todavía más besando los golpes que inundaban el pecho del menor-. Borraré estas marcas con mis besos.
-Ahhh Kaleb-Erick se estaba rindiendo ante esas atenciones y cerró los ojos, disfrutando del momento.
-Eres tan lindo, Erick-esas palabras hicieron reaccionar al azabache, haciéndole recordar la violación.
-¡¡No!!-lo apartó con brusquedad y se levantó de su cama. Quiso correr pero a los pocos pasos se desmayó golpeándose la cabeza contra el suelo, quedando inconciente.
-¡¡Erick!!-corrió hasta su hermano. Quería levantarlo pero el cuerpo de Erick se encontraba blando, frío y muy pálido-. Resiste por favor-con su celular marcó el número de emergencias-. Mándenme una ambulancia, mi hermano se desmayó, se golpeó la cabeza ¡vengan ya!-Kaleb estaba desesperado y Erick se ponía aún más frío-. ¡¡Erick!!-lo abrazó con fuerza mientras lloraba desconsoladamente.
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